El gran desafío global y de la educación superior ecuatoriana radica en cómo contribuir, desde las construcciones del conocimiento, a la transformación de modelos de sociedad que durante décadas no han podido solucionar problemas de la humanidad, tales como la pobreza, la exclusión, la crisis ecológica planetaria, la salud, la educación. Frente a este desafío se hacen imprescindibles nuevas formas de producción y uso del conocimiento, que incorporen actores capaces de dinamizar las relaciones y asegurar con ello la democratización de los aprendizajes y de la innovación social.
La finalidad del conocimiento y su ethos académico radica en alcanzar la emancipación del sujeto y la democracia cognitiva, planteando su protagonismo en la construcción de un saber abierto, infinito, ubicuo, complejo, transformacional, público, colaborativo, en red y distribuido, cuyo sentido radica en su capacidad para resolver los problemas que aquejan la dignidad humana y la sustentabilidad de la sociedad.
El libro que se pone en manos del lector ofrece fundamentos conceptuales y reflexiones epistémicas unidas a propuestas de modelos de gestión que constituyen un obligado referente para aquellos interesados en la transformación y mejoramiento de la educación superior.
Representa un valioso legado de su autora, quién se autodefine como "formada de la contextura del quijote, integrante de la generación de las utopías, de los que vencieron la indiferencia en tiempos de profundas incertidumbres, de los que persiguieron sueños y lucharon con compromisos y desvelos contra toda corriente y buscaron, crearon e implementaron con escasos recursos, pero con voluntades desbordantes, alternativas educativas válidas que reconocieron, profundizaron y amplificaron la condición humana, en la medida en que configurábamos nuestras propias identidades".