El origen de esta obra se remonta a Grecia, Roma y a la Edad Media pudiéndose percatar cómo la Institución ha ido evolucionando hasta la actualidad, y los cambios que ha experimentado han sido no solo en el orden jurídico, sino también en el aspecto humanitario. Para percibir la creciente importancia del Asilo no es necesario ser especialista en Derecho Internacional, basta leer diariamente los periódicos y constatar la gran cantidad de personas que se refugian en distintas Embajadas, unos y otros transportando las fronteras y amparándose en otro territorio, al tal punto que la doctrina divide esta Institución en Asilo Diplomático y Asilo Territorial que también se lo conoce con el nombre de Derecho de Refugio.
Por otra parte, los casos de Asilo, desafortunadamente, son cada día más frecuentes, ya que miles de personas huyendo de la opresión están dispersos por el mundo dejando atrás casi todo, a veces lamentablemente hasta su identidad e ilusiones.
A esos seres humanos está en la obligación la Comunidad Internacional de prestar pronta asistencia, ya sea material que supla sus apremiantes necesidades, y, jurídica fortaleciendo la Institución de Asilo para el mejor funcionamiento del mismo.