Demotivation as a factor in the performance of EFL students
Autor(es):
Gerald Stanley Hirsch
Edición: 1ª
Páginas: 122
ISBN: 978–9942–769-90-9
Depósito legal: GYE-011053
Autor(es):
María Rivas Casaretto
Edición: 1ª
Páginas: 142
ISBN: 978–9942–769-49-7
Depósito legal: GYE-009784
Entre las civilizaciones de la antigüedad, la romana se ha destacado, no solo por su magnitud imperial, que abarcó la conquista de territorios de la Europa mediterránea y central hasta la isla de Bretaña, por el oeste, hasta Mesopotamia por el oriente, partiendo desde la península itálica, sino por haber dejado para la posteridad un legado incomparable, el Derecho Romano.
Roma, ciudad-Estado situada en la mitad del territorio de lo que hoy es la República de Italia, y es su actual capital, fue la civilización que creó las escuelas de Derecho, donde se formaron juristas destacados por su ingenio en transformar los preceptos jurídicos con que se manejaba la ciudadanía romana, en leyes que se aplicaron en todo su Imperio de Occidente y de Oriente.
Aquellos preceptos nacieron en el arcaico Derecho Quiritense, sujeto a la religiosidad de los patricios romanos, y se mantuvieron con el engrandecimiento de la ciudad por la conquista de poblaciones lejanas, cuando fue perdiendo su solemnidad para transformarse en un Derecho ágil, adecuado para la intensa vida comercial nacida de la expansión imperial.
Los preceptos jurídicos emitidos por los juristas romanos Próculo, Sabino, Celso, Ulpiano, Paulo y las <institutas> de Gayo hicieron de Roma la Ciudad Luz del mundo antiguo, le dieron un inigualable grado de superioridad intelectual nunca antes visto en materia jurídica, tanto fue así que sirvieron de fundamento para la elaboración del código Civil Francés, en el siglo XIX de nuestra era cristiana, y para la legislación civil de las Repúblicas europeas y de América Latina, todo lo cual demuestra que el Derecho Roano no es solo de la historia de la humanidad, sino que es letra vida en la cotidianidad de la población occidental.